VIAJAR A ISLANDIA: Tierra de hielo y fuego

VIAJAR A ISLANDIA: Tierra de hielo y fuego

25 mayo, 2019 0 Por egteamontheroad

Viajar a Islandia puede ser una experiencia inolvidable. Tal es así, que nosotros quisimos viajar a la tierra del hielo y el fuego para pasar nuestra luna de miel.

Queríamos cumplir el sueño de ver auroras boreales, así que viajar a Islandia era una gran oportunidad para cumplirlo. Sin darnos cuenta casi estábamos organizando el viaje por la isla durante 7 días que prometían ser inolvidables.

RUTA POR LA ISLA:       2000  kilómetros.

Fecha del viaje: del 5 al 13 de noviembre de 2018.

COMIENZA EL VIAJE

Al principio pensamos en ir con algún viaje concertado, pero todas las rutas que encontrábamos se centraban sobre todo en el sur de la Isla, eran bastante caros (rondaban los 1.700 euros por persona), y además yo iba embarazada de 6 meses, asique preferíamos ir a nuestro aire, queríamos más, queríamos dar la vuelta más completa posible en el tiempo que teníamos, asique lo decidimos hacer por nuestra cuenta.

El 5 de noviembre nos bajamos a Madrid para coger desde allí el vuelo, ya que nos salía bastante más barato que desde Bilbao. Asique, Bilbao-Madrid con Air Europa para los dos con una maleta facturada nos salió 172 euros.

Cuando llegamos a Madrid, nos alojamos en el Hostal Viky** por 60€ la noche para dos personas. La verdad es que el hostal es lo que es, para dormir y punto. Lo positivo es que tienen transfer, es decir, te van a buscar al aeropuerto y te llevan a la hora que necesites.

Al día siguiente cogimos el vuelo MADRID-KEFLAVIK-MADRID (Norwegian), llegamos bastante rápido con el vuelo directo en 4 horas y media por 501.96€, que incluye un seguro de cancelación y asistencia (40 euros), y una maleta facturada.

Una vez allí, cogimos el coche de alquiler con Lava Car Rental. Tras comparar varias páginas de alquiler de coches en Islandia, estos eran los que mejor precio se nos quedaba. El total del alquiler fue 481.50€ (64.443 ISK), de los cuales 72.55€ fueron en concepto de reserva.

Cogimos un Dacia Duster 4×4, imprescindible si te quieres meter por Carreteras F, que son carreteras de montañas, y que solo tienen acceso permitido a vehículos 4×4. A la hora de coger el vehículo, es importante comprobar los bajos, las ruedas, que no haya ninguna luz encendida, etc. Todo aquello que veas que no pinta bien, tienes que hablar con la empresa al momento, ya que después pueden decirte que son fallos posteriores a que tú cogieras el coche.

Por lo tanto, una vez en Islandia comenzaba la ruta que os ponemos a continuación:

Dia 1: Aeropuerto de keflavik a Bitra-Guesthouse.

Pues comenzamos la aventura, nos separaban 110 kilómetros de nuestro primer alojamiento. Hicimos una paradita en Sellfos para comer en el Subway y ya aprovechamos para ver un poquito la zona, que la verdad que era muy bonito todo el paisaje; iglesias, puentes, ríos, etc.

Sellfos.

Continuamos nuestro recorrido hasta el alojamiento: Bitra-Guesthouse. Este primer alojamiento nos encantó, los anfitriones fueron super acogedores. Según entras tienes un cuartito para dejar el calzado y para que libremente estés y te sientas como en tu casa. La habitación estaba bastante bien, con una ventana con acceso directo al exterior. Totalmente recomendable. Este alojamiento tuvo un coste para los dos de 115€ con desayuno incluido, tipo buffet.

Retro Guesthouse
Retro Guesthouse

Dejamos las maletas y nos fuimos a la Blue Lagoon. No llevamos cámaras porque teníamos ganas de disfrutarlo y relajarnos sin cámaras, pero es totalmente recomendable.

Claramente es una atracción hecha para el turismo, porque en Islandia hay muchas termas naturales con libre acceso a ellas, pero bueno, teníamos ganas de conocer la Blue Lagoon.

Cogimos la entrada que incluía una mascarilla para la cara de arcilla volcánica y una bebida, y todo ello tuvo un coste de 120€ para los dos. No pudimos estar tampoco mucho tiempo, porque como ya sabéis iba embarazada y comencé a marearme un poco, así que estuvimos una horita y pico, no más.

Blue Lagoon

Dia 2: Bitra-Guesthouse a hotel hella

Este segundo día teníamos pocos kilómetros al siguiente alojamiento, el hotel Hella, pero fue un día muy intenso antes de llegar a hacer el check-in.

Comenzamos las visitas por el Thingvellir Park. Es un parque nacional, que está incluido en las paradas obligatorias del Circulo Dorado. Realmente es increíble la extensión del terreno, la tranquilidad y las vistas que hay. Es un valle para dedicarle tiempo y disfrutar de su historia, ver los acantilados que tiene, las zonas rocosas, la separación de las placas tectónicas euroasiática y norteamericana y, como no en estas tierras, las cascadas de Oxararfoss.

Oxararfoss
Thingvellir National Park.

Continuamos el día visitando el Geysir y Strokkur. Se ve desde la carretera y el olor a azufre que desprende resulta realmente asqueroso, pero te haces rápido al olor. El primero, es el que originariamente ha dado el nombre al resto de géiseres. Hay que decir que Geysir está acordonado y que hace mucho tiempo que no salta, pero a 25 metros de él se encuentra Strokkur , que erupciona cada 4-8 minutos y es algo sorprendente poder verlo tan de cerca.

Strokkur

El día continuó hacia la cascada de Gullfoss, otro imprescindible de la ruta por el Circulo Dorado. Nos quedamos alucinados de la extensión que tenía, ¡Nada más y nada menos que una media de 2.000 metros cúbicos! Era enorme, y según nos bajamos del coche se escuchaba muchísimo ruido.

Gullfos.

La última visita del día nos esperaba en el cráter Kerid. Para visitar el cráter hay que pagar una entrada de 400 ISK (2.90€) por persona, pero no sabemos por qué razón, la chica no nos cobró entrada. Es increíble ver el cráter y pensar que en algún momento escupió lava, y que tú estás tan tranquilamente paseando por el, tanto por arriba como por abajo, ya que tiene unas escaleras que dan acceso a él. Nosotros lo vimos medio congelado, y con bancos de niebla que entraban tan pronto como se iban. Sin duda es una visita muy recomendable, tiene mucho encanto, y es precioso ver los contrastes de colores que tiene

Cráter Kerid.
Cráter Kérid.

Una vez hecho este mini tour por algunos de los imprescindibles del Circulo Dorado era hora de irnos al alojamiento. Llegamos al Hotel Hella, que nos salió 94€ con desayuno incluido, el cual nos sorprendió que estaba regentado por chinos, y la gran mayoría de clientes también ¡Eran chinos! Las habitaciones estaban muy bien, con grandes ventanales, y desayuno buffet. El índice de Auroras Boreales estaba altísimo aquella noche, asique hicimos el check-in, nos cambiamos y fuimos a cazar auroras. Una gran desilusión, porque fuimos incapaces de verlas.

Dia 3: Hotel Hella a Guesthouse Skalafell

El tercer día venía cargado de kilómetros.

Comenzamos visitando la cascada de Seljalandfoss. Esta cascada que se veía desde la carretera (Ring Road) por su caída de 60 metros, era una de las curiosidades que teníamos, ya que nunca nos habíamos podido meter detrás de ninguna cascada.

Cuando llegamos al parking que daba acceso a la cascada, nos llevamos la sorpresa de que había que pagar, y al loro con no hacerlo, ya que hay un agente encargado de dejarte la receta si no se pone el ticket. Nada más y nada menos que 700 ISK (unos 5.25€), independientemente del tiempo que estés.

Ese día llovía en la zona, y solamente vimos esta cascada, las otras dos más pequeñas que hay al lado no las vimos de cerca como tal, pero Seljalandfoss no nos defraudó, ya que pudimos verla también desde atrás.

Seljalandfoss.

Y pasamos una a otra cascada aún más impresionante. Skogafoss, uno de los imprescindibles de la isla sin ninguna duda. Esta cascada tan solo tiene 2 metros más de altura que Seljalandfoss, pero tiene una anchura de 25 metros.

Es una de las cascadas más visitadas de Islandia por su magnitud, y que, al no tener edificios cercanos, la hace aún más impresionante. Si la visitas verás que tienes la posibilidad de subir a la parte de arriba, tan solo son 428 escalones, que sin duda merecen la pena subir para disfrutar de las vistas.

Existe una leyenda que cuenta que el primer vikingo colono de la zona, escondió un cofre detrás de la cascada, pero nunca nadie consiguió sacarlo.


Skogafoss

Para terminar con el día, fuimos a visitar primero el acantilado Dyrholaey y después la Black Beach. La subida al acantilado no deja a nadie indiferente , es una de las vías que se necesita vehículo 4×4, de hecho, hay un cartel que lo indica. Aun así, nos sorprendió cómo muchos coches seguían intentando subir, y tenían que darse media vuelta, aunque algunos si llegaban arriba.

Una vez estás arriba ya puedes agarrarte, porque el viento que pega ¡Es una barbaridad!, eso sí, las vistas que hay desde allí arriba te dejarán con la boca abierta.

Acantilado Dyrholaey

Cuando bajamos, al otro lado teníamos la Reynisfjara Black Beach, una de las 10 mejores playas no tropicales para visitar del planeta, según el National Geographic.

En esta playa se pueden observar las grandes pilas de basalto, que como no podía ser de otra manera, los islandeses cuentan la leyenda de que una vez fueron trolls que intentaban arrastrar a los barcos desde el océano hasta la costa, pero, amaneció en el horizonte y sin haberlo logrado, se convirtieron en trolls de piedra sólida.

Reynisfjara Black Beach.

Tras estas visitas, cogimos rumbo al alojamiento, la Guesthouse Skalafell. Eran habitaciones con ventanales enormes, idóneos para ver las Auroras, pero que esta noche tampoco tuvimos la suerte de ver.

Fue un sitio que nos gustó mucho por el entorno en el que se encontraba, con una bonita cascadita detrás del alojamiento y con los ríos que surgen del glaciar, que es lo único que se escucha por las noches.

Esa noche tuvo un coste de 122.47€ con desayuno buffet incluido.

Guesthouse Skalafell
Guesthouse Skalafell

Dia 4: Guesthouse Skalafell a Icelandair Hotel Myvatn

Amanecimos, y tras el desayuno fuimos rumbo Jokulsarlon, el mayor y más conocido glaciar de Islandia. Según llegas, tienes la posibilidad de bajar a pie hasta la orilla, o, contratar una visita guiada por el glaciar en barco. Nos quedamos sorprendidos de todos los trozos del glaciar que se están desprendiendo.

Jokulsarlon.

El lago atraviesa un pequeño riachuelo que desemboca en el océano atlántico, dejando pedazos de hielo en la playa de arena negra, la conocida como Diamond Beach. Como sabéis este viaje lo programamos para nuestra Honey Moon, asique aprovechamos y ¡Nos sacamos allí alguna fotito con los trajes!

Diamond Beach

Este día fue la única visita que hicimos, ya que hasta el siguiente alojamiento teníamos 5 horitas de carretera y la luz del día empezaría a irse en poco tiempo.

Imprescindible echar gasolina en cada gasolinera que veas, de lo contrario… pueden pasar kilómetros y kilómetros y no ver un solo alma en la carretera, nosotros apuramos demasiado y ¡Casi tenemos que empujar el coche!, pero conseguimos llegar al Icelandair Hotel Myvatn. Aquí la noche nos salió algo más cara, 134.08€ ya que era hotel con desayuno.

Esa noche también fue movidita, ya que el índice de probabilidad para ver las Auroras estaba altísimo en nuestra zona, la gente salía corriendo y no podíamos ser menos, cargamos las cámaras y fuimos a la caza, pero tras un par de horas de espera… nos volvimos a ir sin verlas.

Día 5: Icelandair Hotel Myvatn a Retro Guesthouse

Y allá íbamos a por el quinto día de nuestro viaje. Directos a Akureyri, la capital del norte de Islandia, y la segunda ciudad del país tras Reykiavik.

En esta ciudad no hay zona de aparcamiento de pago como tal, sino que funcionan con un sistema de relojes. Se pueden coger de manera gratuita en bancos y gasolineras y marcan la hora a la que aparcaste y, dependiendo de la zona, podrás estar 1 o 2 horas. Si te excedes, ten por seguro que te multan, ya que el guardia está pendiente de ello.

Además, nos gustó mucho el detalle que tienen de los semáforos. Bueno, hay que decir que en toda la isla solamente hay semáforos en las dos ciudades, y es que en Akureyri el círculo rojo de los semáforos les resultaba demasiado agresivo, por lo que decidieron ponerlos más tiernos, y ¡Tienen forma de corazón!

Si nunca has visto ballenas de cerca, desde la ciudad tienes la posibilidad de contratar la visita en barco que te llevará a ello. Lo recomendable es hacerlo un día que tengas mucho tiempo para poder hacer la salida y disfrutarlo realmente. Nosotros nos quedamos con las ganas, ya que todavía nos quedaba mucho por ver y el tiempo se nos echaba encima.

Así pues, tan solo a 10 minutos del centro de Akureyri continuamos con las visitas hasta la casa donde es navidad durante todo el año, Jolagardurinn.

La casa parece de galleta, y está repleta de gominolas enormes por todas las esquinas, pero ojo que ¡No se comen! Hay muchísimos adornos de navidad, y objetos locales y artesanales que puedes comprar allí mismo. Además, y eso sí que nos pareció curioso, hay una torre donde podrás encontrar el calendario de adviento más grande del mundo. ¡Merece la pena subir las escaleras!

Jolagardurinn.

Continuamos nuestra ruta hacía nuestro siguiente alojamiento, pero no sin antes pasar por otra parada obligatoria, Godafoss.

Desde el aparcamiento hasta la cascada en sí hay un paseíto de 5-8 minutitos que, si vas en invierno como nosotros, tendrás que tener mucho cuidado de no caerte, ya que hay un puente que es puro hielo. Asique recuerda añadir a tu maleta para Islandia unos crampones.  Eso sí, cuando se llega allí… una imagen vale más que mil palabras.

Godafoss.

Así, después de esta increíble visita, continuamos rumbo la Retroguesthouse. De camino no pudimos evitar seguir buscando más cascadas: Hraunfossar y Barnafoss.

Esta segunda cascada, la de Barnafoss significa «cascada de los niños», y es debido a una leyenda existente que cuenta que dos niños murieron al caer cruzando el puente que surcaba la cascada una noche de Navidad. Los padres les dejaron solos esa noche y se escaparon. Cuando la madre descubrió lo que había pasado, echó una maldición a todo aquel que cruzara el puente.

Hraunfossar
Barnafoss

El día terminaba, y llegamos a nuestro alojamiento. Era el que más ganas teníamos de llegar por su ubicación y por su particular forma, la Retro Guesthouse. La noche nos salió 104 euros los dos sin desayuno, pero la estancia merecía la pena.
Esa noche las Auroras seguían en auge y esta vez solamente conseguimos ver una nube de color verde, que en segundos desapareció, pero bueno, algo era algo.

Retro Guesthouse
Retro Guesthouse

Dia 6: Retro Guesthouse a hotel Klettur

Al día siguiente partíamos a lo que sería nuestro último día de visitas como tal, íbamos rumbo Reykiavik, donde pasaríamos dos dias y una noche. Nos alojamos en el Hotel Klettur por el precio de 81,69€ con desayuno incluido los dos.

En Reykiavik tuvimos la posibilidad de escuchar el coro de Reykiavik ensayar en la iglesia. Al entrar a visitarla allí estaban. Nos pareció una oportunidad increíble poder escuchar a la coral sin pagar (como hay que hacer en otros muchos sitios).

Al mediodia decidimos ir a comer al Café Loki, justo en frente de la iglesia de Reykiavik. Allí comimos:
– 2 sopa típica islandesa, de cordero. (Perfecta para combatir el frío)
– Pan con mantequilla.
– 1 caña Viking.
– Jarra de agua de grifo.
Total: 42,16€
Tenemos que decir que el sitio tiene muy buena ubicación, y que comimos muy bien. Totalmente recomendable.

Cafe Loki

Por la tarde visitamos el Phallological Museum of Iceland. Curioso allí donde los haya si. El museo del pene. Es el único museo con una extensa colección de penes de diferentes especies: contiene 281 especímenes de 92 especies. La entrada son 1700ISK, unos 25€ para dos personas.

Phallological Museum.

Al atardecer pudimos disfrutar de las vistas desde Reykiavik :

Barco de guerra vikingo. Reykiavik.

Antes de anochecer, decidimos ir a cenar a uno de los puestos de perritos calientes más famosos de Reyikiavik. Gran punto a favor que tienen mesas en mitad de una plazoleta y que son muy baratos. Totalmente recomendable como comida rápida.

Por la noche, ya que durante la semana no habíamos logrado ver Auroras Boreales, contratamos una excursión. Pero como el tiempo no acompañaba… nos quedamos sin ver las luces del norte una vez más.

Dia 7: hotel Klettur al aeropuerto de Keflavik

Último día, madrugón para dejar el hotel, ir a devolver el coche e ir a hacer el check-in para volver a casa.

Aeropuerto Reykiavik.

DATOS IMPORTANTES:
– Echar gasolina cada 2 gasolineras como mucho, ya que puedes hacer muchos kilómetros sin ver absolutamente ninguna gasolinera.
– Las gasolineras son de autoservicio.
– Nosotros no cambiamos dinero en ningún momento, ya que en todos los establecimientos se puede pagar con tarjeta, aunque sea solamente un botellín de agua.

PRESUPUESTO 7 DÍAS ISLANDIA:
Alojamientos + vuelos+ visitas: 2019.85€
Gasolina: 170€

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